La deshidratación tiene un grave impacto en el cuerpo. A medida que el cuerpo pierde agua, pierde la capacidad de funcionar y regularse adecuadamente. Además de agua, se pierden los nutrientes esenciales que lo mantienen sano y salvo. En una fase más leve, esto provoca sed. A medida que la deshidratación se agrava, se corre el riesgo de sufrir un golpe de calor mortal.
A continuación se presentan algunos consejos rápidos para controlar la deshidratación mediante la prevención y el control.
Consuma suficiente líquido
La vieja recomendación de "ocho vasos de agua al día" ha sido ampliamente descartada. Algunos expertos afirman que se necesita mucha más, mientras que otros sugieren que se necesita menos.
Lo cierto es que existen muchos factores que influyen en la cantidad de agua que debes beber. Estos factores varían de persona a persona y de un día a otro. Por ejemplo, el entorno, la estación del año, la dieta, el peso, la actividad y la salud general pueden influir en la cantidad de líquido que necesitas a diario.
Por lo tanto, no existe una predicción precisa sobre la cantidad de vasos que se deben consumir, ni siquiera a nivel individual. Lo mejor es autocontrolarse. Presta atención a tu cuerpo, bebe cuando tengas sed y busca señales de sobrehidratación o deshidratación.
La mejor manera de autocontrolar la hidratación es en el baño. Primero, presta atención a la frecuencia. Una persona promedio orina de cinco a ocho veces al día. Si orinas con más o menos frecuencia de lo habitual, ajusta tu consumo de líquidos.
A continuación, preste atención al color de la orina. Con una hidratación adecuada, la orina debe ser de color amarillo claro. Si es demasiado oscura, indica deshidratación, y si es transparente, puede indicar sobrehidratación. Los colores brillantes, casi neón, pueden deberse a un exceso de vitaminas o al consumo excesivo de bebidas deportivas y energéticas.
Incluye alimentos saludables como frutas en tu plan de hidratación. Aproximadamente una cuarta parte de nuestra hidratación proviene de lo que comemos.
Rehidratación
Una vez que se hayan perdido suficientes líquidos, es momento de cambiar de la hidratación pasiva a la rehidratación activa.
El agua es fundamental para la hidratación, pero puede no ser suficiente para reponer otros nutrientes perdidos. Cuando nos deshidratamos, especialmente a través del sudor, perdemos minerales y nutrientes esenciales. El agua por sí sola no puede reponerlos. Consume caldos claros o bebidas deportivas para una mayor rehidratación.
En los casos más graves, puede ser necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa (IV). Por supuesto, esto debe dejarse en manos de profesionales médicos.
Si es posible, rehidrátese en un lugar fresco, alejado de la luz solar directa. Si ha estado haciendo ejercicio o en un lugar con calor, beba líquidos a temperatura ambiente. Beber líquidos fríos puede causar un shock en el organismo cuando se sobrecalienta.
Mantente fresco
Una buena manera de prevenir la deshidratación por sudoración es mantener baja la temperatura corporal. Evite la exposición directa al sol durante las temperaturas máximas y la luz del día. En interiores, aproveche las ventanas, el aire acondicionado y los ventiladores.
Otro hábito que puedes aplicar en cualquier momento y lugar es usar ropa y camisetas interiores frescas y transpirables. Las camisetas que absorben la humedad no solo eliminan el sudor, sino que también reducen la transpiración.
Manténgase alejado de ciertas bebidas
Evite las bebidas deshidratantes como la cafeína, las bebidas azucaradas y el alcohol. No es necesario eliminarlas por completo de su dieta, pero es mejor limitarlas. Pueden contribuir al sobrecalentamiento, la deshidratación y aumentar la sudoración.
Si ya está deshidratado o corre riesgo de deshidratarse, es mejor evitarlos por completo.
Tenga cuidado con los factores de riesgo elevados
La edad (mayores de 65 años), la diabetes y las enfermedades son factores comunes que pueden aumentar considerablemente el riesgo de deshidratación. Tome precauciones adicionales para mantener una hidratación adecuada y mantenerse seguro y cómodo.
Con una planificación inteligente y un seguimiento minucioso, puedes prevenir la mayoría de los casos de deshidratación. ¡Mantente seguro y sin sudar!