Determinar la gravedad de la hiperhidrosis puede ser difícil, especialmente si el paciente intenta hacerlo por sí mismo. Sin embargo, existe un sistema que elimina las conjeturas: la Escala de Gravedad de la Hiperhidrosis. Esta escala sirve como guía para que médicos y pacientes tengan una referencia sobre qué es la hiperhidrosis leve, moderada y grave. En esta publicación, analizaremos esta escala y cómo se puede aplicar para encontrar el tratamiento más eficaz.
Una mirada a la escala de gravedad de la enfermedad de hiperhidrosis
La escala de gravedad de la hiperhidrosis puede presentarse de dos maneras: como autoevaluación o como guía visual. El médico puede utilizar una o ambas para realizar el diagnóstico (además de la exploración física).
Ambas escalas indican diferentes formas en las que la sudoración excesiva afecta a quien la padece.
La autoevaluación es más introspectiva y cualitativa, y pide a los pacientes que clasifiquen cuánto perciben que la sudoración excesiva afecta su vida diaria. La guía visual, en cambio, es más definitiva y cuantitativa, y sirve como referencia para determinar cuánto sudan.
La Escala de Gravedad de la Enfermedad de Hiperhidrosis como Autoevaluación
La escala de autoevaluación plantea una pregunta (cuatro preguntas en total) sobre el impacto de la hiperhidrosis en la vida diaria. Cada pregunta corresponde a una puntuación del 1 al 4, siendo 1 el más leve y 4 el más extremo.
La autoevaluación se ve así:
Como habrá notado, cada pregunta es esencialmente una variación de la misma pregunta principal: ¿qué tan tolerable es su sudoración? ¿Con qué frecuencia interfiere en su vida? La evaluación es bastante sencilla. Tras leer cada pregunta, el paciente deberá marcar con un círculo una de las cuatro preguntas/puntuaciones que mejor describa su hiperhidrosis.
Los pacientes con hiperhidrosis grave (3) o extrema (4) probablemente no necesiten preocuparse demasiado por la intensidad de su sudoración, ya que es evidente. Los casos leves (1) y moderados (2) pueden ser más difíciles de identificar, ya que el paciente puede sentir que su sudoración excesiva es subjetiva y que solo representa un problema si se lo permite.
La escala de gravedad de la hiperhidrosis como guía visual
Mientras que la autoevaluación identifica la gravedad con la que la hiperhidrosis afecta su rutina diaria, la guía visual identifica la gravedad real de la hiperhidrosis. En otras palabras, intenta identificar la cantidad de sudoración que se produce en la zona afectada.
He aquí un vistazo a esta escala:
En cierto sentido, funciona como la autoevaluación, ya que requiere que los pacientes reflexionen sobre cuánto sudan habitualmente en la zona afectada. La diferencia radica en que la escala visual proporciona una referencia más inmediata de la gravedad de la sudoración excesiva. La autoevaluación, en cambio, requiere que el paciente reflexione sobre cómo la sudoración excesiva afecta su trabajo, sus relaciones y sus aficiones.
La guía visual requiere que los pacientes observen la cantidad de sudor que proviene de la zona afectada. Dicho esto, el paciente puede usar la guía visual en tiempo real, revisando la gráfica mientras experimenta un episodio activo de sudoración. Sin embargo, una limitación de la guía visual es que no ofrece referencias para personas con hiperhidrosis craneofacial (sudoración excesiva en la cara, la cabeza y el cuero cabelludo).
¿Por qué es importante una escala de gravedad de la enfermedad de hiperhidrosis?
El propósito de completar o revisar la escala es determinar si necesita tratamiento para la hiperhidrosis y, en cierta medida, qué tipo de tratamiento. Con un diagnóstico de la gravedad de la hiperhidrosis, el médico puede decidir qué protocolo de tratamiento es el más adecuado para usted, ya sea mediante uno o más métodos.
Las formas más leves de sudoración excesiva pueden requerir poco o ningún tratamiento. Un cambio en la dieta y el uso de telas resistentes al sudor y que absorban la humedad pueden ser beneficiosos. Los tratamientos moderados pueden requerir el uso de antitranspirantes a base de aluminio de venta con receta, anticolinérgicos (en forma de fármacos o toallitas) o dispositivos de iontoforesis. Los casos graves de hiperhidrosis pueden requerir inyecciones de bótox y procedimientos quirúrgicos (extirpación o corte de las glándulas sudoríparas) para resolver la sudoración.
Algunas personas requerirán una combinación de tratamientos para ver los mejores resultados.
Otro factor importante a considerar es que la gravedad de los síntomas no siempre se correlaciona con la potencia del tratamiento. Por ejemplo, un caso leve o moderado podría no resolverse tras el uso de un tratamiento relativamente suave, como un antitranspirante recetado. Dicho caso podría requerir una inyección de bótox o una iontoforesis, que conllevan algunos efectos secundarios y riesgos adicionales.
Asimismo, un caso grave no necesariamente requiere cirugía: el uso de anticolinérgicos (que es menos extenso que la cirugía) puede reducir significativamente los síntomas. La escala de gravedad es, en esencia, un medio para decidir si es necesario el tratamiento y por dónde empezar; no identifica con claridad qué tratamiento funcionará.
La Escala de Gravedad de la Hiperhidrosis es un Paso Hacia el Empoderamiento
El uso de una autoevaluación de hiperhidrosis o una guía visual puede ayudar a comprender mejor su condición. Ayuda al paciente a comprender mejor su sufrimiento y le proporciona una guía para tomar las mejores decisiones para controlar la hiperhidrosis.
Si sabe o teme que la sudoración excesiva esté afectando su vida, no dude en consultar la escala de gravedad en ambos formatos. Quizás finalmente tenga la claridad y la orientación que necesita para controlar la hiperhidrosis de una vez por todas.
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